Trabajadora, madre, opositora y gitana


El 8 de abril se celebra el Día del Pueblo Gitano, un pueblo marcado por las persecuciones y todos los estereotipos que aún se vierten sobre él. Carla destaca que en su familia ven normal que trabaje y anima a otras mujeres gitanas a “que cuanto antes empiecen a estudiar mejor, que no pierdan tiempo entre cacharros”.
Los gitanos celebran estos días el Día de su Pueblo. Lo hacen de diferentes formas, con orgullo, y destacando que han sido la segunda raza más perseguida en Europa después de la judía; lo hacen reivindicando su cultura, que cuenta con lengua o gastronomía propias; y lo hacen sobre todo pidiendo que se rompan los estereotipos y prejuicios que la sociedad mayoritaria tiene con respecto a su etnia.
Desde la Asociación Barró, como entidad que trabaja con mujeres y hombres gitanos apoyando su participación en la sociedad, se cree que el mejor modo de romper estereotipos es darles la palabra. Por eso ha entrevistado Carla Santiago: mujer, madre, trabajadora, opositora y gitana.
Carla ha sido mediadora de Barró, una figura creada para hacer de nexo de unión entre las mujeres gitanas y el resto de la sociedad con el fin de crear espacios de encuentro y descubrir mutuamente que no están tan lejos. Ése es precisamente su caso. Carla es, como cualquier otra mujer, una mujer familiar y trabajadora que actualmente se está preparando unas oposiciones – como podría hacerlo cualquier otra mujer de nuestro tiempo-.
Carla Santiago nos cuenta en qué consisten las oposiciones que actualmente está estudiando. Ella es una de las usuarias de Barró que han conseguido la beca de la Academia Adams para poder opositar. “Son oposiciones a Ayudante de Servicio para la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda. Se convocaron 16 plazas en diciembre y se cree que tendrá lugar el primer examen a finales de abril, o principio de mayo. Hay que aprenderse un temario que tiene que ver con el estatuto de dicha Fábrica, riesgos laborales, cultura general etc..….”.
Antes de comenzar estos estudios, estuvo preparando oposiciones a Auxiliar de Administrativo para el Ayuntamiento de Madrid. Sin embargo la crisis las ha retrasado, y el carácter emprendedor de Carla la hizo buscar esta nueva formación. “nNs convocaron a una reunión en la asociación Barró a la que acudió el director de Adams, Javier Tuñas, y nos explicaron en qué consistía la beca, tiempo de duración, oposiciones etc…”.
Lo que más la ha motivado han sido “las facilidades, todo es ‘si puedes’”, comenta Carla, quien como muchas mujeres debe hacer compatibles su vida familiar y laboral con los estudios. Afortunadamente las clases “son muy organizadas, ágiles, dinámicas, facilitadoras, son buenos profesionales y se nota en su dedicación”.
Con respecto a la competitividad a la que se enfrenta, nos destaca que es lo que menos le gusta, “el tener mucho estudiar para ser la mejor. No es sólo aprobar sino entrar dentro de los mejores.”
Sin embargo tiene claro que los estudios son un bien necesario, que “el aprendizaje no ocupa lugar, cuanto más sepa mejor se está preparada para el mercado laboral”.
Sobre la fórmula para arreglar la crisis, Carla lo tiene claro, piensa que “desde luego son los políticos los tienen que arreglar esto” pero apunta también a la corresponsabilidad de todos por poner de nuestra parte. Y en este sentido la formación y los estudios son herramientas “necesarias para las mujeres en general, y en particular para las gitanas, el mercado laboral exige cada día más formación”.
Cuando le preguntamos sobre las posibilidades de las mujeres para encontrar un trabajo, considera que en puestos de responsabilidad la mujer lo sigue teniendo más complicado, por eso cree vital “la imagen y las habilidades sociales y personales”. Su consejo para las mujeres que quieran estudiar es “que cuanto antes empiecen mejor, que no pierdan tiempo entre cacharros”.
No sabe si su familia está orgullosa de ella, pero sin duda es un ejemplo para su hijo. “Siempre he estudiado, y en mi familia lo ven algo natural, orgullosos no sé, a veces me dicen ‘¿y para qué tanto esfuerzo?, no es necesario, la vida es más sencilla…’ y cuando escuchan mis respuestas terminan diciéndome que haga lo que quiera. Y mi hijo, ya no concibe la vida sin formación”.
Que la mujer gitana ha avanzado mucho en los últimos años, no se cuestiona ya. Carla con su concepto de la formación, y su ambiente familiar donde ven normal que estudie o trabaje, es ejemplo de este progreso. Y en este caminar ha sido “muy positivo, adecuado y necesario” el trabajo que realizan las entidades sociales con mujeres y hombres gitanos. Por eso, como mediadora de etnia gitana, ella sí ve necesario “promocionar esta figura, la eficacia de la misma y la ayuda incondicional de las asociaciones que nos facilitan el trabajo”.
hola , soy Coraima una alumna del I.E.S LA PAZ en Granada. Mi padre es payo y mi madre gitana a acabamos de leer tu articulo en clase y me parece muy buena la idea , que la mujer gitana deje de estar entre cacharros y pueda buscar un trabajo y seguir estudiando si no lo ah echo antes. Yo estoy en 2º de ESO y mi ilusiono es trabajar en un futuro de psicóloga