Talleres que favorecen el ‘buen sabor’ del aprendizaje en familia


Los menores que participan en el centro socioeducativo Jara, que Asociación Barró lleva a cabo en Ciudad Lineal, han participado en un taller de cocina como parte de las actividades lúdico-educativas que ofrece la asociación.
Las y los chicos de entre 9 y 10 años han elaborado sus propios pasteles que han sido luego evaluados por un jurado muy especial: las madres del grupo de adultos. Ha sido un espacio con mucho sabor a diversión.
Esta actividad sirve para fomentar la creatividad y la autonomía de los menores, ya que al elaborar las recetas descubren cómo son capaces ellos mismos de cocinar; además se favorece la motivación y el gusto por cultivar diversas habilidades, como el arte culinario.
Y, como han destacado desde Barró, el valor de esta iniciativa radica también en que se ha favorecido la relación familiar, haciendo partícipes a padres e hijos de un espacio lúdico y de aprendizaje compartido.
Estos son algunos de los objetivos que la Asociación busca a través de los proyectos socioeducativos que ofrece a adultos y menores del barrio. Hablamos de familia, en su mayoría inmigrantes, con problemas para su inclusión debido a las diferencias culturales o a las cargas familiares, y en muchas ocasiones con conflictos familiares por las dificultades para interactuar entre sus miembros.
De ahí que fomentar las iniciativas que, como esta, combinen la autonomía, el espacio lúdico y la convivencia familiar resulten beneficiosas para promover el desarrollo personal y social de las y los vecinos.



