Acercarse a la realidad social del alumnado de la Cañada


En esta ocasión no han sido los niños y niñas de la Cañada quienes han ido al colegio tras superar caminos de piedras y arena, malos olores, falta de luz, largas caminatas…
En esta ocasión han sido los propios profesores quienes han ido a la Cañada, a conocer el lugar donde vive parte de su alumnado.
Se trata de chicos y chicas que pertenecen a familias en situación de exclusión social, pero que no por ello han renunciado a la educación de sus hijos. Y este esfuerzo es en parte gracias a los Servicios Sociales y a ONG, como Asociación Barró, que trabajan en la zona en coordinación con las mediadoras sociales, las familias y los centros educativos. Para ello se facilitan ruta escolar, materiales, se hace un seguimiento y se orienta a padres y madres sobre la importancia de darles una educación a sus hijos.
En este proceso es necesario que familias y centros educativos se conozcan y empaticen, para establecer una relación de cooperación entre ambos que repercuta directamente en los menores.
Y es que conocer la situación de las y los alumnos puede ayudar al profesorado a entender el esfuerzo que muchos de ellos hacen para trasladarse o para hacer los deberes en espacios donde apenas hay luz. Y de este modos poder apoyarles.
Aura Morales, mediadora de Barró, se ha encargado de explicar a las y los profesores que han visitado la zona cómo viven las familias en la Cañada, qué función tiene la mediación y con qué recursos cuentan. Esta es la VII visita organizada a la Cañada, por parte del Ayuntamiento de Madrid y las ONG; han participado unas 94 personas de centros educativos de Villa de Vallecas, Perales del Río y Rivas-Vaciamadrid.
Barró lleva años trabajando en zonas desfavorecidas de Madrid, donde gracias a las mediadoras sociales se ha logrado trabajar con las familias, y así reducir el absentismo escolar de familias en situación de exclusión social.
El objetivo es dar oportunidad de formarse a todos los niños y niñas de Madrid, al margen de su situación socioeconómica o cultural, para que puedan acceder a una educación gratuita y de calidad que les permita su desarrollo personal y social, y tener un futuro en libertad y en igualdad que les lleve a la inclusión.